Dimensiones

La acción educativo-pastoral en la universidad es un proceso dinámico que se desarrolla en una serie de dimensiones transversales, diversas pero relacionadas y complementarias entre sí. Estas dimensiones presentes ya en otros sectores y ámbitos de la pastoral salesiana caracterizan también nuestro servicio educativo-pastoral y especifican la naturaleza y el alcance de nuestra acción en la universidad.

Dimensión de la Educación en la Fe

La finalidad educativo-pastoral de las IUS se desarrolla a través del servicio de anuncio, de educación, de celebración y de compromiso por la fe que caracteriza la misión de evangelización de la Iglesia.

El camino de crecimiento y de educación en la fe supone también la promoción de la dimensión social de la caridad, la cual se manifiesta en el desarrollo de una conciencia social y solidaria con los más necesitados, el compromiso por la justicia y la construcción de una sociedad más justa y humana. La fe debe conducir a la defensa de la persona humana y su dignidad, a la solidaridad con las personas y los pueblos que sufren y al cuidado y preservación de lo creado.


Dimensión Educativo – Cultural

La dimensión educativo-cultural no se circunscribe a los muros de la institución universitaria, sino que se proyecta a la vida y a la cultura de las personas que componen la sociedad. En línea con cuanto indicado por Ex Corde Ecclesiae sobre la misión de la universidad católica, las IUS están llamadas a comprometerse en la investigación de la verdad, la conservación y la comunicación del saber por el bien de la sociedad, promoviendo a través de sus funciones específicas -investigación, docencia y servicio a la sociedad- el diálogo entre Evangelio y cultura (Juan Pablo II, 1994) (n43).


Dimensión Relacional y Asociativa

Esta dimensión en el ámbito universitario comprende la capacidad de establecer relaciones positivas con los otros, de hacer camino, de trabajar y de crecer juntos. El desarrollo de las capacidades relacionales exige la construcción y el cuidado de un espacio que favorezca el encuentro, el diálogo y el debate. Elemento clave de la pedagogía salesiana, el ambiente es entendido como el clima de relaciones que hace posible la acción educativa y pastoral. Esto implica:

– La disponibilidad y el cuidado de los espacios físicos que favorecen el encuentro y las relaciones serenas;

– El ambiente de familia, caracterizado por la acogida y la disponibilidad al encuentro;

– El cuidado de la formación de las personas, el desarrollo de la autoestima, el crecimiento personal y la apertura a los otros a través del diálogo y la colaboración;

– La existencia y uso de medios oficiales de relación, comunicación y de resolución de conflictos en el seno de la comunidad universitaria.


Dimensión Vocacional y del Compromiso Social

Come indica el Cuadro de referencia de la Pastoral Juvenil Salesiana, «las tres primeras dimensiones convergen en la vocacional, horizonte último de nuestra pastoral. El objetivo es acompañar a cada joven en la búsqueda concreta de su propia vocación, lugar de su respuesta al proyecto de amor gratuito e incondicional que Dios le tiene» (Salesiano de Don Bosco, 2014, pág. 152).

El acompañamiento no es sólo personal, sino también de grupo y de la entera comunidad universitaria, los cuales ayudan al joven a entender la importancia y contribución de los otros a su propio proceso formativo y su responsabilidad para con ellos. La fe y los valores del Evangelio son el punto de apoyo que hacen posible madurar opciones de vida generosas y auténticas al servicio de la Iglesia y de la sociedad.

El horizonte es la inserción responsable del joven en la vida socialy su compromiso en la transformación de aquellas situaciones de pobreza e injusticia que limitan el verdadero desarrollo integral de las personas y de los pueblos. Esto exige favorecer el desarrollo de experiencias de compromiso social, político y cristiano -como el servicio social o el voluntariado misionero- con los correspondientes procesos de preparación, inserción y evaluación.